The opening exhibition at espacio 1414 is the result of a careful study of the Berezdivin Collection and the directions that have oriented it in the past decade. Many of the works in the collection relate to discursive instances that, in the past thirty years, have come to substitute the traditional art-historical conventions for the critical evaluation of art, such as those specifically related to medium, technique and other more abstract categories related to national origin. It is precisely upon this affinity between the collection and a certain zeitgeist that this exhibition has been organized. The distribution of the works in the space thus responds to the correlation with these critical discourses that have informed contemporary art and theory.
The thematic axes that group the works in the collection are inspired in some of the discursive modes that have become critical instruments in the approach to contemporary art, namely: the dialectics between private and public space; domesticity; the archive; the idea of travel, Diaspora, tourism, migrations; the construction of identities; Freudian ideas regarding the repressed unconscious and the unheimlich; and the city.
Collections, like archives, always have a life of their own, which can sometimes run parallel to the tastes and wills of their owners. After all, these objects are part of the visual history of our times and have been created for exhibitions in museums, biennales and galleries before being acquired for the collection. Thus, the exhibition becomes an attempt to “psychoanalyze” this group of works, delving into their past lives and in the process establishing certain coordinates that may guide the spectator through this exhibition, which gathers a significant representation of contemporary art production.
La exposición inaugural del espacio 1414 es el resultado de un estudio cuidadoso de la colección Berezdivin y de las direcciones que la han orientado en la pasada década. Muchas de las obras en la colección guardan afinidades con las instancias discursivas que, en los últimos treinta años, han venido a sustituir a las convenciones de la historia del arte en cuanto a la evaluación crítica de la obra de misma tales como el medio, la técnica y otras categorías más abstractas vinculadas al contexto geográfico de la obra. Es precisamente a partir de esta afinidad entre la colección y un cierto zeitgeist que se ha organizado esta exposición. La distribución de las obras en el espacio responde así a los discursos críticos que han informado la teoría y el arte contemporáneo.
Los ejes temáticos que agrupan las obras se vinculan a algunas de las modalidades discursivas que se han erigido en instrumentos críticos en la aproximación al arte contemporáneo, es decir: la dialéctica entre el espacio público y el espacio privado; la domesticidad; el archivo; la idea del viaje, de la diáspora, el turismo, las migraciones; la construcción de identidades; la noción freudiana del unheimlich; y la ciudad.
Sin embargo, las colecciones, como los archivos, parecerían tener una vida propia, que puede correr paralela a los gustos y voluntades de sus dueños. Después de todo, estos objetos forman parte de la historia visual de nuestros tiempos y han sido creados para exposiciones en museos, galerías y bienales antes de ser adquiridas para la colección. En este sentido, la exposición se convierte en una suerte de intento de “psicoanalizar” este grupo de obras, adentrándose en sus vidas pasadas y en el proceso estableciendo algunas coordenadas que puedan guiar al espectador a través de la exposición, que reúne una representación significativa del arte contemporáneo actual.