It is it and something else...

This season, espacio 1414 presents three exhibitions that propose reflections on the position of the artist towards the real, a confrontation of what the world is and what it could be. It Is It, Swarm and the works selected for The Painting Room, prove the complexity of the contemporary world and the geo-political, social and economic implications it entails. The new cartographies of power that have arisen in the wake of contemporary conflicts have redefined new kinds of hierarchies and interests affecting civil society.

Whether at a local or at a global level artists generate through their work another kind of cultural construction that questions the universality of notions relating to territory, totalitarianisms, displacement, belonging or exclusion and, therefore, the limits of contemporaneity. Based upon the exhibited works, we state that art continues to be one of the few remaining possibilities we have to create interstices between terror and escape, room for reflection and discussion that allows both artists and public to build a critical position towards the context in which they live.

If, as writer Édouard Glissant pointed out, “the role of artists is to make certain things visible in the mind and the imaginary so that change can come about”, we might add that the role of the spectator, is in turn, to assume itself as an active and emancipated player towards what the artist proposes, so that the possible change suggested by Glissant can take place.

María Inés Rodríguez.

Esto es esto y algo más...

El espacio 1414 presenta esta temporada tres exposiciones que proponen una reflexión acerca de la posición del artista frente a lo real, una confrontación de lo que es el mundo y de lo que podría ser. Tanto It Is It, Swarm o las obras seleccionadas para The Painting Room, ponen en evidencia la complejidad del mundo contemporáneo y las implicaciones geo-políticas, sociales y económicas que éste conlleva. Las nuevas cartografías de poder que surgen a partir de los conflictos contemporáneos redefinen otro tipo de jerarquías e intereses que afectan a la sociedad civil. Ya sea a nivel local o global, los artistas, a través de su trabajo, generan otro tipo de construcciones culturales que cuestionan la universalidad de nociones relacionadas con el territorio, los totalitarismos, el desplazamiento, la pertenencia o la exclusión y por ende los límites de la contemporaneidad. A partir de las obras que presentamos constatamos que el arte sigue siendo una de las pocas posibilidades que nos quedan para crear intersticios entre el terror y el escape, espacios de reflexión y debate que permitan tanto al artista como al público construir una posición crítica frente al contexto en el que viven.

Si como señalaba el escritor Edouard Glissant, “el rol de los artistas es el de hacer visibles ciertas cosas en el espíritu y el imaginario con el fin de que algo cambie”,  podríamos añadir que a su vez, el rol de espectador es el de asumirse como actor activo y emancipado frente a lo que el artista propone, para que ese posible cambio que sugiere Glissant pueda tener lugar.

María Inés Rodríguez