Throughout history, light has been of paramount importance to artists, and after the invention of electricity, artists have widely experimented with artificial light. This exhibition maps out diverse instances of the use and presence of light in contemporary art from a selection of works from the collection. Many of these works go well beyond the optical and appeal to the experience of the body in space mediated by light; others make reference to issues that reflect the dynamics of the contemporary world.
The work of Olafur Eliasson has an important place in the exhibition due to his constant research and reflection on “light” in his work and a large part of the show is devoted to his work, in this case, a series of lamps in which the artist emphasizes the phenomenological aspect of the work of art and appeals to the sensible body as subject, implying the construction of meaning through perception. In the works of Jim Hodges, Carlos Garaicoa, Consuelo Castañeda / Quisqueya Henríquez, Ignacio Lang, and Allora & Calzadilla, light functions more as a discursive element and as a container of meanings; while in Eliasson the physical experience of perception promotes concerns that go beyond the aesthetic and induce the spectator to become conscious of the act of seeing, in the works of these artists presented here it is not so much perception that leads us to the cognoscitive experience but rather a rethinking of how light functions within the artist’s work and intention that sheds light on the meaning of these works, which touch in a variety of themes such as the dissemination of information in the contemporary world, the economic and social relations of dependence between nations, the idea of utopia, obsolete technologies, among others.
Through the diverse manifestations of the use of light in the works presented in this exhibition we can assess the versatility of the medium and its sensorial and discursive possibilities, as well as its potential as a critical tool in contemporary art.
La luz ha sido un recurso importante para los artistas a través de la historia. A partir de la modernidad, con los avances que implicaba la electricidad, los artistas han experimentado con la luz artificial de diversas maneras. Esta exposición tiene como objetivo, a través de una selección de obras de la colección, hacer un recorrido por varias instancias del uso y la presencia de la luz en el arte contemporáneo. Muchas de estas obras van más allá del recurso óptico y apelan a la experiencia del cuerpo en el espacio, mediada por la luz; otras implican en esta experiencia una referencia a significados que trascienden lo espacial y están más vinculados al mundo contemporáneo y sus dinámicas.
La obra de Olafur Eliasson tiene un lugar importante en la exposición en virtud de la constante reflexión sobre la luz en su trabajo y gran parte de la muestra está dedicada a mostrar una serie de lámparas en las que el artista enfatiza el aspecto fenomenológico de la obra de arte y apela al cuerpo sensible como sujeto que construye el significado de la obra a partir de la percepción sensorial de la misma. En las obras de Jim Hodges, Carlos Garaicoa, Consuelo Castañeda y Quisqueya Henríquez, Ignacio Lang, y Allora y Calzadilla, la luz funciona más como elemento discursivo y contenedor de significados; mientras en las obras de Eliasson la experiencia fisiológica de la percepción nos lleva a la reflexión sobre temas que van más allá de lo estético y nos induce a hacernos conscientes del acto de mirar, en las obras de estos artistas presentadas aquí no es tanto la percepción la que nos conduce a la experiencia cognoscitiva, sino el repensar cómo funciona la luz dentro del planteamiento del artista lo que nos lleva a entender el sentido de estas obras, las cuales tocan diversos temas que van desde la diseminación de la información en el mundo contemporáneo, las relaciones económicas y sociales de dependencia entre las naciones, la idea de utopía, y las tecnologías obsoletas, entre otros.
A través de este recorrido por distintas instancias del uso de la luz en las obras de esta exposición podemos constatar la versatilidad del medio y sus posibilidades sensoriales, discursivas, así como su potencial como instrumento crítico en el arte contemporáneo.